Di tú por mí, Silencio.

No era hoy un día de palabras,
intentos de poemas o discursos,
ni ningún camino era nuestro.
Para decirnos bastaba sólo un acto,
y ya que en las palabras no me salvo,
di tú por mí, silencio, lo que no puedo.

José Saramago, "En esta esquina del tiempo"

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